La Maremma era una región rural al sur de Florencia, en concreto entre Florencia y la provincia de Grosseto, considerada antiguamente mal por los florentinos que todavía pronuncian su nombre para referirse a algo que es malo o tiene consecuencias negativas, porque en la Edad Media una cosa sola venia de la Maremma: la malaria.
Hoy ya no es así, la región es vasta, interesante, llena de pueblos para visitar y disfrutar, especialmente en el caluroso período de verano. No se preocupe: a la sombra de las antiguas piedras de los teatros etruscos o con un chapuzón en el mar Tirreno, encontrará un refresco adecuado. ¡Comencemos el viaje!
Las etapas son Siena, Chianti, el río Elsa, Volterra, la Maremma, Follonica. Puedes salir de Florencia temprano en la mañana y llegar a Siena en una hora.
No ingrese a la ciudad en automóvil, puede dejarlo en el estacionamiento subterráneo de la estación de tren (el precio en el verano de 2018 fue de € 1 por día) La visita a Siena merece ser prolongada durante toda la mañana. Siena es una obra maestra de la Edad Media y el Renacimiento y entre las cosas que no puedes perderte está el complejo de la catedral. Hay una entrada llamada «Opera del Duomo» que incluye un boleto de entrada múltiple: Museo, Iglesia, Campanario y más. Vale la pena comprarlo, pero tenga cuidado con la cola. Para evitarla, puedes comprarlo en la web.
Otro museo que no debe perderse es el Palazzo Pubblico. En dos horas en Siena yo me limité al Palazzo Pubblico y a un paseo por el centro histórico.
La segunda parada es Volterra, al final de la tarde. Si viaja en automóvil, deténgase para fotografiar las “tierras de Siena” y los colores rojos, amarillo, naranja de la Maremma por la que esta región es famosa.
Aquí puede comprar muchos buenos quesos, incluido el queso de oveja.
Volterra es famoso por sus esculturas de alabastro. Aquí, los artesanos han logrado virtuosismo incomparable al producir artefactos que se iluminan por la noche para atrás para dejar mirar el material translúcido. ¡La puesta de sol en Volterra es espectacular y trae algo de frescor!
Al día siguiente, voy a nadar a Follonica y, finalmente, en el camino de regreso, paso las orillas del río Elsa. El río está lleno de gente y no vale la pena bucear si se tiene el mar a pocos minutos en coche, sin embargo, puede pararse para disfrutar de la sombra fresca de los álamos y para tomar una fotografía con el fondo de agua verde esmeralda.
Este trayecto es solo un ejemplo de cuantos lugares preciosos hay que descrubrir conmigo en la Toscana. Para cualquier otra informacion no dudar en ponerse en contacto conmigo.
